Autor: Álvaro Manrique
Al fin llegó el día tan esperado. Desde hace varios meses, cuando nos dieron la fantástica noticia a mi compañera Blanca Sáez y a mí de que nos íbamos a Mozambique para realizar un proyecto de cooperación, no podíamos dejar de pensar ni un solo día en cómo sería todo aquello: cómo nos adaptaríamos a nuestra nueva vida, cómo nos recibirían o en qué condiciones nos encontraríamos todo aquello. Pero también nos surgió mucha incertidumbre porque no sabíamos si estaríamos a la altura de la circunstancias, al fin y al cabo, el mundo real difiere bastante de lo aprendido en la universidad.
Seguir leyendo