El estudio «Impacto de la COVID-19 en el voluntariado corporativo«, publicado por Voluntare, la red iberoamericana de voluntariado corporativo, recoge las tendencias de gestión de voluntariado en las empresas durante la crisis sanitaria. Toma nota porque parece que vienen para quedarse.
Mientras una buena parte de la fuerza laboral de nuestro país se paralizaba durante el estado de alarma, las necesidades sociales se multiplicaron. ¿Cómo se movilizaron las empresas?, ¿de qué forma adaptaron sus programas para dar respuesta a una realidad que poco a nada tenía que ver con la anterior? Por aquí te dejamos las principales conclusiones del informe:
A fecha de 30 de abril de 2020, el Ministerio de Trabajo había cuantificado que el 24,25% del total de afiliados a la Seguridad Social estaba afectado por un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE). Mientras tanto, el 63% de las empresas percibe «una mayor implicación de sus empleados» tras la crisis derivada de la COVID-19.
«A nivel global, el 82,1% de las empresas reporta el traslado de sus programas a un formato no presencial, en mayor o menor medida». Sin embargo, en España apenas un 6,3% ha adaptado todas sus actividades. Bien es cierto que hay programas de voluntariado que difícilmente se pueden adaptar al formato digital porque están concebidos para ser presenciales, por ejemplo, los bancos de alimentos. No obstante, es un porcentaje bajo, muy bajo. Esto puede significar que las empresas españolas tienen confianza en retomar muy pronto la versión presencial de sus actividades de voluntariado.

«La mayoría de las empresas españolas (62,5%) ha lanzado nuevos proyectos específicamente vinculados a la COVID-19». La diferencia con respecto a Latinoamérica, que se sitúa en un 81%, se explica principalmente por el contexto socio-económico. Mientras que en el continente latinoamericano, las necesidades en una situación «normal» son mayores y hasta el momento, han requerido de un voluntariado de tipo asistencial, no ocurre así en Europa. Esto, por otro lado, hace que el voluntariado esté más extendido en Latinoamérica. Además, la curva de la pandemia empezó antes en España que en cualquier otro país latinoamericano, lo que también ha podido ser un factor determinante.

Lo que sí que es coincidente en todos los casos es que el 90% de los proyectos vinculados a la COVID-19 ha logrado una buena acogida.
«La percepción mayoritaria es que la crisis de la COVID-19 ha impactado en el voluntariado corporativo. Así lo percibe el 67,9% de las empresas encuestadas».
Esto es, sin duda, un paso muy importante para los departamentos de sostenibilidad de las empresas. Sobre esto mismo hemos reflexionado AQUÍ.
El voluntariado virtual en las empresas:
«Antes de la COVID-19 el 87,6% de las actividades de voluntariado eran presenciales en España. Ahora el 31,3% de las empresas continúa sin poner en marcha intervenciones no presenciales. Y en Latinoamérica, en cambio, actualmente el 90,9% de las empresas ya lleva a cabo voluntariado virtual«.

Entre las conclusiones más relevantes de este estudio está sin duda que «El voluntariado no presencial ha llegado para quedarse. Casi nueve de cada diez empresas (89,3%) considera que el formato no presencial va a ganar relevancia en el voluntariado corporativo». Tras todo lo que hemos visto, cabe esperar que «donde más elevada es esa percepción es en América Latina: el 90,9%. Le sigue Europa con el 88,2%. Y, finalmente, España, con el 87,6%».
¿Y tú qué opinas? ¿Crees que el voluntariado virtual tomará el relevo del voluntariado presencial?, ¿será algo circunstancial al momento que vivimos o viene para quedarse?
¿Has hecho ya voluntariado virtual? ¿Te gustaría empezar a hacer voluntariado desde casa?
Si es así y eres ingeniero, te invitamos a inscribirte AQUÍ para que podamos proponerte oportunidades de voluntariado que puedas hacer a distancia.
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