Autora: Elena Martín
Te gustaría hacer voluntariado pero por una razón u otra no te pones en marcha, ¿por qué? Suena sencillo, pero a juzgar por el número de consultas que nos llegan, no lo es. La gente quiere ayudar pero no sabe dónde ir, qué hacer si no obtienen respuesta, no saben dónde buscar si tienen una idea o tiempo específico en el que quieren colaborar…
Si no es tan fácil como parece, ¿qué hacemos para que sean más los que puedan encontrar la oportunidad de colaborar con causas? Queremos compartirte dos cosas que creemos te pueden ser útiles:
Una, algunas preguntas que debes hacerte si quieres hacer voluntariado y dos, claves para encontrar la oportunidad que más te interesa. ¡Comencemos!
Antes de hacer voluntariado conviene que te preguntes…
- ¿Cuál es tu verdadero interés por ser voluntario? el voluntario es aquel que se compromete por iniciativa propia y de forma desinteresada en una acción organizada al servicio de la comunidad. ¿Es esta tu primera motivación? Si no, es posible que al primer contratiempo te olvides que la pieza clave de todo: el servicio a quien lo necesita y tires la toalla. Eso desencadena efectos no deseados para ti, la organización y más importante, las personas a las que en teoría queremos prestar nuestro apoyo. Conclusión: convéncete de lo que haces antes de hacerlo.
- ¿Cuál es tu capacidad de compromiso? hay que tener conciencia que cuando nos comprometemos no lo hacemos con una silla o una mesa, sino con personas que a menudo cuentan con nosotros como fuente de apoyo. La rotación es un gran quebradero de cabeza para las organizaciones. Si encuentras una oportunidad que se ajuste, ¿tienes el tiempo y la motivación necesaria? Sé muy sincero contigo y con la organización. Recuerda, el hecho de que sea una labor voluntaria no quiere decir que tu compromiso tenga que ser menor que si fuese un trabajo remunerado; más bien todo lo contrario.
- ¿Qué te gusta? Daniel Buriticá decía: “Ayuda en lo que te gusta para que te guste ayudar”. La claridad cuenta, de nada sirve estar haciendo algo por otros si no te gusta la labor a realizar. No tiene nada de malo ayudar y hacerlo en aquello que te apasiona, de lo que más sabes y en lo que puedes ponerte todas tus ganas e ilusión. Al final todo eso se transmite. Es necesario en un voluntariado donde los recursos son escasos, que la energía y las ganas se mantengan altas.
¿Estás listo? Estos son algunos consejos para encontrar, dar y recibir lo máximo de tu experiencia:
- Busca y solicita oportunidades de voluntariado utilizando diferentes sitios web. Algunas opciones: la web Idealistas.org o HacesFalta.org. En caso de que busques un voluntariado profesional en el que poner tu conocimiento como ingeniero al servicio de una causa social, consulta a la Fundación Ingenieros ICAI.
- Si no encuentras oportunidades que se ajusten a lo que buscas, cambia la estrategia e identifica organizaciones en lugar de oportunidades. ¿Quién está trabajando en causas que me interesan y con quien me gustaría colaborar? Conecta directamente con ellos aunque no hayan publicado oportunidades. Que no soliciten voluntarios, no quiere decir que no estén abiertos a recibir colaboración.
- Ten un plan: muchas organizaciones no cuentan con recursos para buscar o formar voluntarios, sin embargo están abiertos a recibir a quien quiere aportar valor mediante sus conocimientos o experiencia.
- Fórmate: sí, puede sonar casi pretencioso pero no es raro encontrar como en muchos casos las organizaciones solicitan el CV del voluntario. En un mundo cada vez más competitivo y poblado, las organizaciones a menudo tienen dónde elegir. Siendo eso así, van a comparar solicitudes y contactar a aquellos que crean que pueden aportarles más valor. Cuando la persona tiene formación y experiencia en aquello que se está pidiendo, las posibilidades en caso de vacantes limitadas, serán mayores.
- Da lo mejor de ti y saca lo mejor de la experiencia: en un voluntariado y en la vida misma. Creo que un buen consejo es saber que dar es satisfactorio y que en el proceso, tú mismo quieras o no quieras también recibes. Disfruta y aprovecha al máximo estas experiencias, no serás el primero al que la vida por un voluntariado, le cambie en maneras sorprendentes.
Este artículo fue escrito por Elena Martín para el blog de Idealistas.org
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