Autor: Julio Eisman
Todavía se oyen voces que rechazan el término de “pobreza energética” ya que consideran que esta situación es sólo un aspecto mas de la pobreza. Es decir, que la pobreza se manifiesta en todos los diferentes aspectos de la vida como es el alojamiento, la educación, la salud, la alimentación… y el acceso a una energía suficiente que permita unas condiciones de vida digna. Estos planteamientos vienen mantenidos, en muchos casos, desde entornos próximos a las entidades energéticas como si de esta forma se quisiera evitar poner el foco sobre este fenómeno que padece nuestra sociedad.
Partimos de la definición de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) sobre la pobreza energética como una situación en la que un hogar “es incapaz de pagar una cantidad de energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda”.
Los incrementos tan fuertes del coste de la factura energética han llevado a un creciente número de familias con un nivel de ingresos que les permitía abonar la factura energética sin que ésta significara una proporción excesiva, a no poder abonar esa factura energética, o a entrar en conflicto con otras necesidades más perentorias como la alimentación. Por otro lado, la construcción de viviendas ha venido sacrificando los criterios tradicionales de eficiencia energética sin incorporar los nuevos criterios y materiales, lo que ha provocado que mantener las vivienda en condiciones habitables requiera un mayor cantidad de energía y, por tanto, un mayor coste energético. La causa del empobrecimiento de estas familias ha sido el desproporcionado aumento de los costes energéticos frente a la evolución del coste general de la vida (IPC) o al indicador de ingresos. Por eso se denomina a este fenómeno “pobreza energética”, porque el factor determinante del empobrecimiento ha sido y viene siendo el incremento desmesurado de los costes de las energía en la economía familiar. Y no tanto la reducción de ingresos que determina la pobreza general. Este fenómeno no es exclusivo de España sino que tiene efecto global y más especialmente donde los incrementos de la factura energética han sido más relevantes. En la UE destacan Bulgaria, con un 41% de sus hogares con temperatura inadecuada, o Italia con el 16% ,seguida de España con el 10%.

En una sociedad sana y solidaria, la pobreza energética requiere medidas específicas de tratamiento para evitar que esta situación dañe a sus miembros. Hasta ahora ha habido organizaciones como la anteriormente citada Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) que han venido analizando y alertando sobre el tema. Y cada vez hay más iniciativas para abordar el problema. Desde el Estado se han arbitrado medidas paliativas temporales como el bono social eléctrico o el bono térmico. Pero se requiere un planteamiento integral con diagnósticos, indicadores y planes específicos de actuación. A ese planteamiento, en forma de “Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética” se comprometió el RDL15/2018 en un plazo de seis meses (7 Abril 2019).
El actual borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) tampoco se desentiende del tema y lo aborda con una medida específica ( 4.10 Lucha contra la pobreza energética). En esta medida se proponen los siguientes mecanismos de actuación:
- Realizar un diagnóstico y caracterización del problema.
- Diseño de indicadores oficiales de medición.
- Establecer objetivos de reducción de pobreza a medio y largo plazo.
- Diseño de medidas para lograr los objetivos.
- Diseño de mecanismos de financiación.
También se contemplan otras medidas dentro del PNIEC como el autoconsumo comunitario, las comunidades energéticas locales, la rehabilitación de viviendas, etc. que posibilitan que las administraciones locales y autonómicas pueden usar para la reducción de la pobreza energética.
La pobreza energética se debe abordar dentro de la transformación del modelo energético, y , aunque con mucho camino por delante, así está planteado y esperemos que se produzcan cuanto antes los avances que deseamos.
Puedes ver éste y otros artículos de Julio Eisman en su blog personal: Blog de Julio Eisman
Este artículo de Julio Eisman es tan didáctico que invita a entrar en su blog para seguir aprendiendo.
Tras leer el artículo de Julio Eisman ya empiezo a entender el adjetivo «energética». Gracias.