El objetivo del proyecto es dotar de energía eléctrica, mediante paneles fotovoltaicos, a 13 comunidades indígenas en el departamento de Alta Verapaz en Guatemala. La energía se destinará al alumbrado de edificios e instalaciones comunitarias y a la alimentación de aparatos eléctricos de bajo consumo. El proyecto se llevó a cabo entre 2005 y 2008.

Tras la finalización de las primeras instalaciones, un sondeo entre los beneficiarios puso de manifiesto la demanda por parte de aquellos de una mayor profundización de los conocimientos impartidos. Estos conocimientos permitirán a los beneficiarios intervenir más eficazmente en las tareas de mantenimiento, con el consiguiente ahorro en los correspondientes costes, contribuyendo a la sostenibilidad del Proyecto.
Por este motivo se puso en marcha un cursillo como herramienta para continuar contribuyendo al desarrollo de esa zona, lo que implicaría el potencial aumento de instalaciones fotovoltaicas en la misma, por lo que los resultados del cursillo podrían ser la base de creación de algunos puestos de trabajo como técnicos de mantenimiento.
La población de estas comunidades está compuesta en su totalidad por indígenas mayas que fueron sometidos a una dura represión durante la larga guerra civil que sufrió el país a lo largo de más de tres décadas, y que se vieron obligados a abandonar sus aldeas y refugiarse en las montañas o en Méjico. Con ayuda de la Iglesia Católica, fueron retornando en la década de los noventa, y fueron reubicados en tierras improductivas de la selva, aisladas, sin agua corriente, electricidad ni comunicaciones En total 3.300 personas, de las que cerca de 2.000 son niños.
Nuestros socios en el proyecto: Energía sin Fronteras, la Asociación Familia Marianista Guatemalteca (FMG) y Ajawinel