Autor: Juan Manzanares

A través de este post quiero contar mi experiencia llevando a cabo mi Trabajo de Fin de Máster en Pampa Cangallo, Perú. Este proyecto se realiza como parte del programa de prácticas
internacionales del segundo año del Máster de Ingeniería Industrial en ICAI.

Primero os resumiré un poco en que ha consistido el trabajo que he llevado a cabo durante casi 5 meses.

El proyecto consistía en analizar y mejorar las condiciones de agua potable en la zona. El aumento de las enfermedades en los niños sirvió como alarma y detonante para que la Fundación comenzara a ofertar este proyecto y buscara los recursos necesarios para llevarlo a cabo.

Desde mi llegada, la mayor parte del trabajo ha consistido en recopilar información del lugar, las comunidades, sus habitantes, sus sistemas de tratamiento de agua y cualquier tipo de información útil para el proyecto. Al ser una zona rural aislada y la primera vez que se realizaba un proyecto similar en la zona, no se conocían apenas datos del lugar.

A medida que he ido recopilando información, he podido identificar aquellas comunidades más vulnerables, y aquellos sistemas de tratamiento de agua en peor estado.

A estas alturas ya se ha llevado a cabo el estudio completo del lugar y el diseño de los sistemas a implantar. En estos momentos estamos instalando el primer sistema y se extenderá a tantas tomas de agua como permita el tiempo y el presupuesto.

Durante el proyecto la falta de información ha sido la principal losa que frenaba el trabajo. Aun así, se ha conseguido mejorar de forma efectiva la calidad del agua en las comunidades y se espera que la información recopilada facilite enormemente el trabajo de futuros proyectos similares en la región.

En cuanto a la motivación que me empujó a aceptar este reto, creo que cada vez más gente es consciente de ciertas realidades y tiene ese deseo por aportar su granito de arena. Sí es verdad que a veces no es tan fácil encontrar lo que uno busca e incluso una vez se ha encontrado, no es sencillo dar el paso.

En mi caso llevaba un tiempo dándole vueltas a realizar un voluntariado, tratar de devolver algo de lo que la vida te da. La opción más factible parecía ser un voluntariado de unas semanas durante el verano, pero en mi caso, me parecía insuficiente. En estos voluntariados, por su corta duración, es difícil poder llevar a cabo un proyecto completo de ingeniería y poner los conocimientos adquiridos en la universidad al servicio de los más necesitados. En mi opinión, estos conocimientos son un valor añadido con los que se saca mayor partido a la ayuda ejercida, por lo que para mí, era importante poder aplicarlos.

Cuando se presentó la opción no lo dudé ni un segundo. Esta oportunidad me permitía invertir 5 meses de mi vida única y exclusivamente para ayudar. Además, no suponía tomarse un tiempo sabático ni nada por el estilo, simplemente tener alguna clase extra el primer cuatrimestre, sacrificio que sin duda se ha visto recompensado con creces.

Durante este período además, la estancia se ha llevado a cabo en una ONG llamada “Kusi Ayllu”, que significa “Familia Feliz” en quechua. Esta organización perteneciente a los Jesuitas me ha permitido extender la labor a través de numerosas actividades lúdico deportivas con los niños de la región.

Como último punto positivo, me gustaría destacar el momento en el que se presenta este voluntariado. Al llevarse a cabo en el último cuatrimestre del máster, supone un puente perfecto entre la vida universitaria y el mundo laboral. Durante este período se tiene responsabilidad e independencia total sobre el proyecto y se desempeñan tareas impensables en otros trabajos. Además se adquiere una gran perspectiva, que, unido a lo anterior supondrá una experiencia muy útil de cara la entrada en el mundo laboral.

Finalmente me gustaría recomendar esta experiencia a todo estudiante en mi lugar, aunque al principio el cambio asuste, aceptar este reto ha sido sin duda una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

5 comentarios en «El salto perfecto entre el mundo universitario y la vida laboral»

  1. Me parece un comportamiento ejemplar el tuyo; eso es predicar con el ejemplo. Además, estoy seguro de que lo has disfrutado. Enhorabuena

  2. Juan; espero algún día poderte conocer en persona; estoy seguro que esta experiencia humanitaria, el contacto con este mundo de necesidad pero colmado de humanidad será para ti una inolvidable y enriquecedora experiencia.
    Un abrazo enorme y que Dios te bendiga siempre.

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